Acompañados de Lucas
Segovia
Una colmada mítica esquina de la gastronomía
popular, se llenó de palabras y canto este viernes, cuando los escritores Pedro
Jorge Solans y Santiago Solans, junto al músico Lucas Segovia, presentaron su
obra: “De Negros y Aborígenes”.Una “Vaca atada” abigarrada escuchó a los Solans
narrar el camino de un andariego que salió de Quitilipi, con su
descendencia europea y en su búsqueda
por América Latina, y descubrió que además tenía descendencia aborigen y de la
negritud.
Segovia, fiel a su compromiso
artístico, aportó su repertorio invocando a la sobreviviente de Napalpí,
Melitona Enrique, las charandas que dejó su padre Zitto Segovia, y sus
canciones que siempre enaltecen el compromiso del artista con su tierra.
Terminó con la emocionante canción de Rafael Amor “Corazón Libre”. El
espectáculo mantuvo la atención de los presentes alrededor de 90 minutos y
luego se desató una peña con baile que duró hasta las primeras horas del
sábado.La obra de los Solans, padre e hijo, es un verdadero retrato del caminar por América Latina a través de
los relatos latinoamericanos del libro 'Caídos en Gracia' de Santiago Solans
(Editorial Punto de Encuentro), y las crónicas afrolatinas de los libros 'El
Sur Negro' y 'Crímenes en Sangre' de Pedro Jorge Solans (Editorial Punto de
Encuentro y Sudestada). El relato se basa en un latinoamericano que descubre su
herencia mediante caminar el continente con sus rasgos europeos externos. En su
andar descubre, en lo cotidiano, en lo establecido, que su descendencia es
incompleta. Y entonces busca lo que le falta, rompiendo paradigmas que nunca
fueron cuestionados y encuentra que tiene herencias africanas y de los pueblos
aborígenes. Y que en realidad es una combinación perfecta de las tres
vertientes. Eso lo hace diferente e inigualable en el mundo y, en consecuencia,
tiene una visión de la vida distinta a los europeos, pero también se diferencia
de los pueblos originarios y de los negros .Las herencias combinadas le dieron
"un imaginario identitario" propio de su tiempo y de la tierra que lo
vio nacer, de las lenguas, y se refleja en cada género musical en la estética
que surge de los montes, de la selva, de los ríos, de los mares, de Los
Andes. Un día, decide detenerse y se da
cuenta que para gozar de la inmensidad de la Tierra, el cielo y las aguas, es
necesario compartirla y no apropiarse, y percibe que su corazón es libre y que
él es latinoamericano.
Solans lleva por América a su
Quitilipi.
"De Negros y
Aborígenes" empezó con una presentación muy particular de los
protagonistas.
“Buenas noches, soy Pedro Jorge
Solans. Como me ven, soy blanco, rubio, de ojos claros. Desciendo de los que
después de atravesar océanos quedaron anclados en los puertos de un continente
generoso. Es decir, desciendo de la mayoritaria combinación de españoles por
vía paterna e italianos por parte materna. Pero nací en Quitilipi, en este
Chaco profundo, donde me crié entre descendientes de checos, yugoslavos,
croatas, serbios, montenegrinos, italianos y españoles. Bah!, entre gringos y aborígenes
que me hacían sentir distinto. Es decir no era europeo pero tampoco
indio", arrancó el director de El Diario de Carlos Paz (Córdoba).
"Lo que sí compartíamos era
la tierra, los caminos y los soles. Me hamacaron entre los que querían ser y
los que querían hacer, bajo la atenta mirada de los que querían sobrevivir. No
pertenecía a los vencedores ni a los vencidos, pero era parte de ellos sin
darme cuenta. Ensayé varios caminos antes de salir a la búsqueda, porque en
realidad, caminar, sorprenderse, buscar, significa vivir", agregó Pedro
Solans.
Espíritu aborigen.
"Y cuando salí a caminar me
di cuenta que llevaba en mis alforjas al Gran Chaco y lo que en realidad
buscaba era la 'Tierra sin mal'. Y, claro me sorprendí, mi espíritu era
aborigen. Entonces me di vuelta para ver de otro lugar a mi lugar. Pensé que,
tal vez, los gringos habían traído entre sus bagajes las preguntas que se hacía
Tales de Mileto. El primer filósofo de Occidente se preguntaba sobre nuestras
preguntas antes de Cristo", explicó el escritor."Eran épocas donde
los hombres se respondían con mitos, sueños, leyendas y cuentos fantásticos
propios de su historia, parecidos a los que yo escuchaba en mi infancia quitilipense. A nadie le
importaba si eran verdades o mentiras, sólo interesaba si eran alimentos para
el alma. Por eso quiero invitarlos esta noche a una celebración, donde
colectivamente nos contemos nuestras historias, nuestras vidas, nuestras
búsquedas, nuestros sueños para que de este rito emerja la esperanza con todo
su fuego", señaló.
El cantor entre los escritores.
"Obviamente sería un
contrasentido si a la celebración de esta noche le faltaran un cantor y un
escritor, sin ellos se apagaría el fuego. Entonces, invité a un juglar chaqueño
que lo encontré en el camino cantando lo que sucede, aquí y ahora, y me senté a
escucharlo bajo la sombra de un cielo estrellado. Lucas Segovia no viene solo,
nunca estuvo solo, a veces empuña su guitarra el propio Zitto Segovia, ese
padre que le mostró que la sangre negra es tan maravillosa como la sangre
azul", subrayó Pedro Solans. "Este escenario también necesita de un
cronista, porque la historia los necesitó en todas sus épocas. Y, como 'Caídos
en Gracia', invité a un joven que camina desde las sierras de Córdoba. Nació a
orillas del lago San Roque y desde temprano anda pescando fantasías: Santiago
Solans.Y ahora invocamos a quien, nos enseñó que si hay que abrazarse al
silencio para sobrevivir cuando llegue la hermana muerte, el grito será un
estallido de luz: Melitona Enrique. Bueno, ahora sí, estamos todos los que
teníamos que estar para encender este fogón", finalizó el quitilipense.
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