Todas las voces y músicas de la Patria Grande

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lunes, 27 de octubre de 2014

'La Vaca atada' se llenó de poesía y canto con Pedro y Santiago Solans




Acompañados de Lucas Segovia


Una colmada mítica esquina de la gastronomía popular, se llenó de palabras y canto este viernes, cuando los escritores Pedro Jorge Solans y Santiago Solans, junto al músico Lucas Segovia, presentaron su obra: “De Negros y Aborígenes”.Una “Vaca atada” abigarrada escuchó a los Solans narrar el camino de un andariego que salió de Quitilipi, con su descendencia  europea y en su búsqueda por América Latina, y descubrió que además tenía descendencia aborigen y de la negritud.

Segovia, fiel a su compromiso artístico, aportó su repertorio invocando a la sobreviviente de Napalpí, Melitona Enrique, las charandas que dejó su padre Zitto Segovia, y sus canciones que siempre enaltecen el compromiso del artista con su tierra. Terminó con la emocionante canción de Rafael Amor “Corazón Libre”. El espectáculo mantuvo la atención de los presentes alrededor de 90 minutos y luego se desató una peña con baile que duró hasta las primeras horas del sábado.La obra de los Solans, padre e hijo, es un verdadero retrato   del caminar por América Latina a través de los relatos latinoamericanos del libro 'Caídos en Gracia' de Santiago Solans (Editorial Punto de Encuentro), y las crónicas afrolatinas de los libros 'El Sur Negro' y 'Crímenes en Sangre' de Pedro Jorge Solans (Editorial Punto de Encuentro y Sudestada). El relato se basa en un latinoamericano que descubre su herencia mediante caminar el continente con sus rasgos europeos externos. En su andar descubre, en lo cotidiano, en lo establecido, que su descendencia es incompleta. Y entonces busca lo que le falta, rompiendo paradigmas que nunca fueron cuestionados y encuentra que tiene herencias africanas y de los pueblos aborígenes. Y que en realidad es una combinación perfecta de las tres vertientes. Eso lo hace diferente e inigualable en el mundo y, en consecuencia, tiene una visión de la vida distinta a los europeos, pero también se diferencia de los pueblos originarios y de los negros .Las herencias combinadas le dieron "un imaginario identitario" propio de su tiempo y de la tierra que lo vio nacer, de las lenguas, y se refleja en cada género musical en la estética que surge de los montes, de la selva, de los ríos, de los mares, de Los Andes.  Un día, decide detenerse y se da cuenta que para gozar de la inmensidad de la Tierra, el cielo y las aguas, es necesario compartirla y no apropiarse, y percibe que su corazón es libre y que él es latinoamericano.
 Solans lleva por América a su Quitilipi.                                       
"De Negros y Aborígenes" empezó con una presentación muy particular de los protagonistas.
“Buenas noches, soy Pedro Jorge Solans. Como me ven, soy blanco, rubio, de ojos claros. Desciendo de los que después de atravesar océanos quedaron anclados en los puertos de un continente generoso. Es decir, desciendo de la mayoritaria combinación de españoles por vía paterna e italianos por parte materna. Pero nací en Quitilipi, en este Chaco profundo, donde me crié entre descendientes de checos, yugoslavos, croatas, serbios, montenegrinos, italianos y españoles. Bah!, entre gringos y aborígenes que me hacían sentir distinto. Es decir no era europeo pero tampoco indio", arrancó el director de El Diario de Carlos Paz (Córdoba).
"Lo que sí compartíamos era la tierra, los caminos y los soles. Me hamacaron entre los que querían ser y los que querían hacer, bajo la atenta mirada de los que querían sobrevivir. No pertenecía a los vencedores ni a los vencidos, pero era parte de ellos sin darme cuenta. Ensayé varios caminos antes de salir a la búsqueda, porque en realidad, caminar, sorprenderse, buscar, significa vivir", agregó Pedro Solans.
Espíritu aborigen.
"Y cuando salí a caminar me di cuenta que llevaba en mis alforjas al Gran Chaco y lo que en realidad buscaba era la 'Tierra sin mal'. Y, claro me sorprendí, mi espíritu era aborigen. Entonces me di vuelta para ver de otro lugar a mi lugar. Pensé que, tal vez, los gringos habían traído entre sus bagajes las preguntas que se hacía Tales de Mileto. El primer filósofo de Occidente se preguntaba sobre nuestras preguntas antes de Cristo", explicó el escritor."Eran épocas donde los hombres se respondían con mitos, sueños, leyendas y cuentos fantásticos propios de su historia, parecidos a los que yo escuchaba  en mi infancia quitilipense. A nadie le importaba si eran verdades o mentiras, sólo interesaba si eran alimentos para el alma. Por eso quiero invitarlos esta noche a una celebración, donde colectivamente nos contemos nuestras historias, nuestras vidas, nuestras búsquedas, nuestros sueños para que de este rito emerja la esperanza con todo su fuego", señaló.
El cantor entre los escritores.
"Obviamente sería un contrasentido si a la celebración de esta noche le faltaran un cantor y un escritor, sin ellos se apagaría el fuego. Entonces, invité a un juglar chaqueño que lo encontré en el camino cantando lo que sucede, aquí y ahora, y me senté a escucharlo bajo la sombra de un cielo estrellado. Lucas Segovia no viene solo, nunca estuvo solo, a veces empuña su guitarra el propio Zitto Segovia, ese padre que le mostró que la sangre negra es tan maravillosa como la sangre azul", subrayó Pedro Solans. "Este escenario también necesita de un cronista, porque la historia los necesitó en todas sus épocas. Y, como 'Caídos en Gracia', invité a un joven que camina desde las sierras de Córdoba. Nació a orillas del lago San Roque y desde temprano anda pescando fantasías: Santiago Solans.Y ahora invocamos a quien, nos enseñó que si hay que abrazarse al silencio para sobrevivir cuando llegue la hermana muerte, el grito será un estallido de luz: Melitona Enrique. Bueno, ahora sí, estamos todos los que teníamos que estar para encender este fogón", finalizó el quitilipense.

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