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sábado, 15 de abril de 2017

La nueva agresión uniformada

DOS POLICÍAS DE LA CIUDAD ATACARON AL DUEÑO DE UN HOTEL EN CONSTITUCIÓN

El hombre les había pedido que corrieran el patrullero con el que obstruían la entrada al lugar. Como no lo hicieron, los filmó. Y entonces lo tomaron del cuello y tiraron contra la pared. Todo quedó registrado por una cámara de seguridad. Ambos policías fueron separados.

Dos policías de la Ciudad agredieron al dueño de un hotel alojamiento  cuando intentó filmarlos porque lo prepotearon luego de que les pidiera que  corrieran el patrullero que bloqueaba el acceso a la cochera del local. Sin embargo, los uniformados no advirtieron que la agresión policial quedó registrada en la cámara de seguridad del lugar y, tras la denuncia, los dos efectivos fueron pasados a disponibilidad.

Si bien el video con la agresión se conoció ayer, el actuar policial tuvo lugar el sábado pasado a las cuatro de la madrugada en el hotel Palas, en Juan de Garay 1380, en el barrio de Constitución.

Otros dos casos recientes
La imagen de la cámara es nítida aunque sin sonido, y muestra a un hombre que, en pantalón corto, desde la entrada de un garaje le hace señas para que corra el vehículo al policía que está adentro del patrullero obstruyendo la entrada y salida del estacionamiento. Luego de un intercambio de palabras, el hombre regresa al interior del garaje y vuelve a salir con un celular en su mano para filmarlos.

En ese instante la cámara registró la primera patoteada, cuando el patrullero, en lugar de retroceder, avanza con violencia un metro más hacia el interior del estacionamiento, amedrentando.

“Mi hermano salió para pedirles por favor si podían mover el patrullero, porque estaban obstruyendo la entrada del hotel, no podía entrar ni salir nadie”, contó Marcos a los medios periodísticos, y explicó que el policía, en ese intercambio mudo para la filmación, le había dicho “si sos tan macho, sacale una foto”.

Es lo que intentó hacer el hombre para no desobedecer a los uniformados, cuando los dos se le fueron al humo y comenzaron a increparlo. En el momento en que intenta volver hacia el interior del garaje, el más robusto y retacón de los policías lo toma del cuello y lo arroja contra la pared donde lo sostiene con violencia.

Para quien no entiende de mímica policial, Marcos añadió que cuando su hermano “le saca la foto, ahí es donde detona todo” y “lo agarran del cuello”.

Cuando finalmente los modales de los efectivos se suavizaron, vecinos de la cuadra y otras personas que circulaban por la zona comenzaron a acercarse para ver qué sucedía.

“Parece que no les gustó para nada y se fueron, enseguida se retiraron”, dijo Marcos, quien también advirtió que su hermano “pensó que lo iban a matar o que le iban a hacer algo”.

Luego de la denuncia y el video que presentaron los hermanos en la misma comisaría donde revistaban los agentes, la 16ª, el cabo primero y el sargento fueron pasados a disponibilidad. La causa pasó a ser investigada por el Juzgado Criminal y Correccional 55, a cargo de Alejandro Litvack.

La titular de la Coordinadora Nacional Contra la Represión Institucional (Correpi) y abogada María del Carmen Verdú, dijo en diálogo con PáginaI12, que “ni bien escuché el caso, me acordé de Ojeda, el repartidor de harina al que molieron a palos el año pasado en Tigre en una situación similar”.  

Ojeda, se encontraba en una estación de servicio en el cruce de las rutas provinciales 9 y 27, en Benavídez. Cuando quiso retirar la camioneta encontró que una patrulla del Centro de Operaciones Tigre (COT) le obstruía el paso. Y tras el pedido de que se la corrieran, recibió como respuesta una golpiza que lo dejó sangrando y con una pierna quebrada.

La escena que fue filmada por un vecino y se viralizó por las redes sociales mostraban a los policías golpeando y también amenazando al hombre que filmaba con su celular y al playero de la estación de servicio que intentaba defender al repartidor de harina. En ese caso, Ojeda terminó detenido, junto al playero y su empleado por “resistencia a la autoridad”.

Otro caso reciente, donde una filmación volvió a desatar la respuesta punitiva de los uniformados fue el de Micaela, una joven militante de La Garganta Poderosa que grabó con su celular cómo policías detenían a un menor de 13 años en Díaz Vélez y Río de Janeiro, a metros del Parque Centenario, y terminó detenida durante ocho horas.

En ese sentido, Verdú, remarcó que “no es ilegal filmar, los actos de cualquier autoridad pública son públicos y yo puedo filmar”, pero agregó “van a reaccionar de esta manera. Del derecho al hecho.. , hay un camino que transitar con cautela”.

“No hay norma que prohíba que le saque fotos o filme a un policía en actividad, pero cuando uno está solo, en situación de vulnerabilidad o en una relación de fuerza desigual, puede terminar apaleado o muerto, porque estas situaciones son la antesala de esos hechos”.

La abogada remarcó que “las filmaciones, las fotos, son un recurso valido pero hay que tomar precauciones, ser cautelosos y no exponerse” porque, sintentizó, “es preferible tener un preso y un testigo, y no dos presos, y para eso ayuda la masividad de la situación, como un andén de tren, una calle con muchos vecinos”.


Verdú, además, subrayó que hay que tener en cuenta “que estamos en un momento donde la policía no está desatada sino cumpliendo con lo que le mandan hacer, que es mostrarse dura. Y donde las órdenes que bajan de  (Patricia) Bullrich, (Eugenio) Burzaco y (Martín) Ocampo es que la represión no es algo malo”. “No es una fuerza fuera de control, desmadrada, si se contrasta con las declaraciones de los funcionarios son coincidentes. Ni siquiera hay una búsqueda de consenso, profundizaron todos los mecanismos represivos y además lo cuentan”, advirtió.

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