Fue una decisión unánime, en la que le negó cerrar un caso
que, según el jefe de Gobierno, ya está prescripto. Señales internas y el
debate por la ampliación.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta,
recibió un duro revés de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó, en un fallo
unánime, que continúe abierta una causa penal por supuesta malversación con
fondos públicos que involucra al funcionario.
El sucesor de Mauricio Macri quedó implicado en el caso tras
su rol de interventor en el ya extinto FONCAP, organismo creado en 1999 para
apoyar la creación de empresas.
La decisión de la Corte tuvo nula difusión, pero lo cierto
es que tiene los votos de los tres miembros del máximo tribunal, Ricardo
Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco.
El dato político: no es habitual, por estos días, que los
supremos se pongan de acuerdo, a no ser que sea preciso enviar algún tipo de señal
o mensaje. Esta decisión se suma a la de sostener una causa contra el
presidente del Banco Central, Federico Sturzengger, por supuestas
irrgeularidades en el Megacanje de la Alianza.
El fiscal federal Guillermo Marijuan y la Oficina de
Anticorrupción sostuvieron en su momento que Rodriguez Larreta habría desviado
dinero del Fondo hacia fines claramente distintos a los previstos, y que había
incurrido, así, en el delito de defraudación de la administración pública.
El abogado del alcalde, Martín Clemente, uno de
los profesionales mejor cotizados de la Ciudad de Buenos Aires, pidió una y
otra vez la prescripción de la causa. En primera instancia se pronunciaron
contra esa posibilidad y así lo confirmó luego la Sala II de la Cámara. El caso
subió a Casación y allí intervinieron los jueces Alejandro Slokar,
Ángela Ledesma y Pedro David. Este tribunal tiene una postura muy definida en
su jurisprudencia sobre temas de peculado y, como era de esperar, le rechazaron
la petición, por lo cual el caso se instaló en la Corte.
La decisión del máximo tribunal puede entenderse como un
gesto hacia las instancias inferiores, concretamente los jueces federales, que
por ahora no están conformes con las últimas propuestas del ministro de
Justicia, Germán Garavano. A esto se suman otros ruidos internos, como cuando
el Gobierno coqueta con la idea de ampliar la Corte, plan que no agrada a
Lorenzetti pero que el peronismo desea con fervor.
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