Todas las voces y músicas de la Patria Grande

Todas las voces y músicas de la Patria Grande

viernes, 19 de enero de 2018

La militarización de los recursos naturales


15 enero, 2018 Roberto Ryder López América Latina y el Caribe, 

Cataratas del Iguazú en Paraná (Brasil). Fuente: Rodrigo Soldon (Flickr)
 La influencia de los Estados Unidos sobre el territorio latinoamericano no es ninguna novedad, pero en los últimos años la militarización del continente con el motivo de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado podría estar ocultando otro motivo: el aseguramiento de recursos naturales estratégicos para un país dependiente en materia energética.

Desde la década de los setenta los Estados Unidos de América han sufrido un proceso de estancamiento económico importante. A pesar de todos los esfuerzos de las nuevas Administraciones para contrarrestar los efectos del mandato de George W. Bush, la herida provocada por el ataque a las Torres Gemelas el 9 de septiembre del 2001 y los fantasmas de la crisis del 2008 parecen no haber desaparecido.

A sus bajos niveles de productividad se suman su menor participación en el PIB mundial, los déficits de su balanza comercial, la financiarización progresiva de su economía y los problemas de corrupción dentro de su sistema bancario. Todo ello permite explicar, de manera somera, cómo los EE. UU. han tenido serios problemas para mantener su hegemonía. Después de todo, el poder del país siempre ha residido en su economía; sobre ella se ha edificado su poderío militar y la influencia cultural al extender por el planeta un estilo de vida propio en el que se articulan la libertad y la riqueza material como elementos esenciales de su hegemonía.

La idea de un mundo unipolar en donde EE. UU. es el líder absoluto e indiscutible comienza a cuestionarse con la aparición de nuevos y desafiantes actores en el panorama internacional. Tanto la Unión Europea como los tigres asiáticos representan una amenaza constante para el Gobierno estadounidense, que cada vez tiene más dificultades a la hora de dictar las reglas en el mundo. A esto se suma la presencia de países como Brasil, Rusia, India y China, que intentan hacer un grupo económico de contrapeso frente a los Estados Unidos.

Asimismo, el impacto de la crisis económica de 2008 no tuvo precedentes: provocó la caída de varias instituciones bancarias y financieras consideradas “demasiado grandes para fracasar”. El atentado sufrido el 11S ya había significado un duro golpe para un país que se pensaba invulnerable ante las amenazas externas. Fue después del ataque cuando se dio un aumento explosivo del gasto en defensa y en investigación y desarrollo para el estudio de nuevas soluciones tecnológicas con que enfrentar la amenaza, en detrimento del gasto otrora dedicado al desarrollo social del país. El problema de la crisis financiera también contribuyó al empobrecimiento de la clase media y obligó al Gobierno a tomar medidas drásticas tanto en el interior como al exterior.

Otra de las características principales de esta nueva situación comprometida es que ocurrió en el marco de la crisis energética. Esta se encuentra estrechamente relacionada con el agotamiento de recursos naturales estratégicos, como el agua, los minerales y el petróleo, que pasan a convertirse en un asunto de seguridad nacional y, por ende, vinculados a las fuertes políticas de militarización que ha ejecutado el Gobierno estadounidense a lo largo y ancho del planeta a través de la creación de iniciativas como la Doctrina de Seguridad Nacional.


No hay comentarios:

Publicar un comentario